viernes, 25 de diciembre de 2009

-We Wish You


“Que no digo que no me importe, no me malinterpretes, sólo digo que no tiene la importancia que quieren darle, quiero decir, ya sabes, un niño que se muere de hambre en Etiopía el 25 de Diciembre no está bien, para nada, pero, a quién va a importarle, me entiendes, sí, porque a ver, al fin y al cabo el árbol está lleno y Papá Noel sigue gordo. Y tú, en fin, tú eres tú, con tus nike y tus phoskitos , sabes lo que quiero decir, qué mas da”.
¿Qué le dirías a Obama si lo tuvieras delante ahora mismo, que es Navidad?

Alex, 23 años: Yes, we can.
Rosa, 21 años: No sé, algo como que me cae bien, pero que su país es una mierda, ¿no?
Eduardo, 14 años: Que qué pasa con Irak, ¿hay guerra todavía allí?
Miranda, 19 años:  Bua, déjame en paz, no tengo ganas de pensar.
Inés, 12 años: ¿Es el que mató la mosca en la tele? Fue gracioso.
Javier, 13 años: Calla Inés, no tienes ni idea, no la hagas caso, yo le diría que no tenía que haberse dejado fotografiar  con las hijas de ZP.
Alfonso, 42 años: Estados Unidos necesita un Obama, el mundo necesita un héroe.

“A ver, y si te digo la verdad, no me cambiaría por él, menudo marrón tiene encima, le dan el nobel sin haber hecho nada por la paz más que guerra. No sé si me explico, él dijo que la guerra a veces es necesaria para conseguir la paz, pero eso es querer silencio a tiros, un muerto no puede quejarse, no puede replicar, pero haberlo matado para lograr ese silencio no está bien. El fin justifica los medios, a veces, con la paz no, la guerra no es medio para lograr el fin, la paz. Pero el nobel, a él. No me gusta, la verdad, es injusto, el párroco de mi barrio merece la Luna envuelta en papel albal si él recibe el nobel, sabes lo que quiero decir, ¿no?”

¿Te gustan las navidades?

Alfredo, 27 años: Me gustaban más cuando era niño, ahora son un apuro para el bolsillo.
Adolfo, 21 años: Sí, a ver, no están mal, me gustan, lo de que en el Corte Inglés empiecen a finales de octubre ya no tanto, pero la Navidad está guay, hay regalos y cenas en familia.
Isabel, 22 años: Sí, no voy a clase, hay luces y frío, molan.
Inés, 12 años: ¡Claro! Vienen mis abuelos y traen muchos regalos y hay mucho dulce en casa.
Fidalgo, 35 años: No demasiado, prefiero las vacaciones de verano, pero son vacaciones al fin y al cabo, a nadie le amarga un dulce, así que sí, no es que no me gusten, no me disgustan, eso es.

“Estudié toda la vida en colegios de curas y monjas, ¿sabes?, y las navidades eran la celebración del cumpleaños de Cristo, así que teníamos cosas religiosas que hacer, como ir a misa y cosas así, no me gustaba nada, la misa en sí, pero las Navidades sí, mis padres me obligaban a rezar todas las noches, hablar con Dios y con Cristo como decían ellos, y si celebramos el cumpleaños de cualquiera de la clase, por qué no de Jesús con quién compartía un rato cada día, ¿no?. Pero los ateos, no es que me meta con ellos, que en su derecho están de no creer en nada, pero, es una fiesta religiosa, sabes lo que quiero decir, entonces, ellos, con el tiempo, han logrado que se les reconozca como fiesta. Es decir, que ha pasado de ser una fiesta confesional a una fiesta comercial para todos. No está bien, joder, no, que no es que quiera las navidades para los creyentes sólo, no, cuantos más de vacaciones mejor, pero es que luego se ríen de mí por ir a misa, coño, y tienen la cara de disfrutar de las vacaciones de navidad como yo. No, no es justo. Debería ser de otra manera, tener su propia fiesta atea, o yo que sé”

¿Te consideras a ti mismo una persona tolerante?

Miguel, 19 años: sí, soy tolerante, claro, mientras me respeten.
Asunción, 26 años: Sí, soy tolerante, o por lo menos lo intento.
Julio, 14 años: Sí, sí, me gusta que los demás sean tolerantes conmigo, así que lo soy.
Cristina, 11 años: Sí, claro que sí, ¿no?
Víctor, 20 años: Sí, sí, siempre y cuando lo sean conmigo.

“No, mierda, no soy tolerante, y me gusta que lo sean conmigo, pero es que no lo soy por mucho que me esfuerce. Ser tolerante significa aceptar las cosas y pensamientos de los demás aunque sean contrarias a los míos, y eso está bien. Pero es que ser tolerante hoy en día no es eso, la tolerancia se confunde con la pasividad, y yo no soy así. Porque si una mujer es golpeada por su marido en su casa, y yo no lo sé, ¿lo tolero porque lo desconozco?, ¿o lo permito porque no me preocupo en conocerlo?, no, si eso es ser tolerante no soy tolerante. Porque me gustaría que el teléfono del maltrato fuera mi número de móvil e ir allí donde esté ese hombre y romperle la mandíbula con un pisapapeles.  ¿Es eso ser tolerante? No, pero no puedo ser pasivo ante ello. No me sale. Vale, que sí, que estoy pecando de demagogia, que la tolerancia en supuestos así no existe, pero, entonces, ¿por qué existen esos supuestos? Porque los permitimos, porque sí, porque somos sociedad, y como sociedad somos colectividad, y mientras algo no atente contra nosotros, ahí estamos, dejándolo coexistir con nuestra sociedad. No, mierda, no soy tolerante. Si no piensas como yo no me gustas, si piensas como yo tampoco, para eso ya estoy yo, no me explico, ya lo sé, pero es que, es Navidad, y ese niño etíope se muere, y yo no quiero tolerarlo, pero qué puedo hacer, si lo único que hago es sentarme a jugar a la play para olvidarme, qué voy, a irme a Etiopía a llevarle un bocata de jamón, joder, seamos realistas, somos tolerantes porque no nos queda otro remedio, porque no queremos otro remedio. Somos así”.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Llegó la Navidad, ¿no?

Veamos...

- nieva y hace frío
- no nos ha tocado nada en la lotería
- felicitaciones navideñas aparecen por doquier
- la tele nos inunda a anuncios de colonias
- el turrón es de esas cosas que no cambian de sabor (o lo pierden) con el paso de los años
- los niños ya no tienen colegio, así que vuelven a inundar los parques con sus abuelos
- ¿y si me pido aquella tontería tan mona para Reyes, total?
- ¡mamá! ¿por qué no se encienden las luces del árbol?

(si te has sentido identificado con al menos, tres de las situaciones anteriores, enhorabuena, estás en navidad!)



De todas formas, ahora sí, a todos:


¡¡ FELIZ NAVIDAD !!